sábado, 29 de noviembre de 2008

Candidatos (Ellos) y Candidotes (Nosotros)

En la sección Yahoo!Answers hay una pregunta acerca de que si la presidencia de México en el año 20012 la puede ganar o no el PRI, y yo creo que sí por estas razones:

Generalmente en México, dado que no pedimos jamás el derecho de voto, no sabemos cómo usarlo, así que casi sin excepción votamos por candidatos que:

a) Nos dan algún tipo de regalo, ya sea en despensas, o que nos prometen darnos cosas si ganan, como una carretera, postes de luz, es decir, cosas que de todos modos están obligados a hacer si es posible (pero que no las hacen y nos las promocionan haciéndonos creer que ellos son la salvación a nuestros problemas) b) (La peor porque no nos damos cuenta) Se promueven en televisión en comerciales evidentes (en el mejor de los casos), en infomerciales, o peor aún, en programas de política o noticieros que nos hacen creer que no es un comercial, sino un reportaje o una entrevista cualquiera. Nada tienen de malo estas tácticas y se usan en prácticamente todos los países, aún lo regímenes totalitarios usan la TV para promover su imagen, el problema aquí en México es que nosotros, los ciudadanos, pensamos casi instintivamente que si sale en la tele tiene que ser verdad, no hay de otra "puesto que mis ojos lo están viendo"; eso no lo sabemos la gran mayoría, pero sí lo sabe cualquier político que haya aprovechado un dos por ciento de sus estudios universitarios. El verdadero problema de por qué puede ganar nuevamente el PRI es que la gran mayoría en México votamos sin saber por quién ni por qué, es decir, votamos a lo güey, votamos por quien salga más en la TV, por quien haga las promesas más disparatadas, por eso estuvo a punto de ganar López Obrador la Presidencia y por eso la ganó Felipe Calderón: el primero prometió sacar al país de la crisis, como si esa fuera una labor que pudiera hacer un solo hombre, mientras que Calderón tuvo que cambiar su lema "Valor y Pasión por México" al de "El Presidente del Empleo", como si el desempleo pudiera acabarse con un decreto presidencial. El PRI puede ganar porque aún votamos por quien nos digan otros que votemos, por los que según la tele nos caigan más bien, o por quienes nos pretendan vender quimeras de esperanza, cambios que nos beneficiarán enormemente o cosas por el estilo, sin que nadie pregunte jamás cómo le van a hacer para cumplir, desde sacar al país del tercer mundo, hasta generar "un millón (o dos) de empleos al año". Si manejan una buena imagen, es probable que mucha gente caiga en el garlito sin darse cuenta, sólo porque su candidato "se ve que es así o asado", nos vamos por la pura imagen y no vemos ambos, no se trata sólo de ver el trasfondo, pero nosotros sólo nos enfocamos en la imagen, si es guapo o no, inclusive, a la pura imagen visual le atribuimos características que sólo se pueden detectar platicando con la persona o viéndola trabajar, así, decimos "se ve que es buena gente" cuando nunca lo hemos visto tratando (o maltratando)a sus empleados, no sabemos cómo es con su pareja e hijos, etc., pero según lo que solamente vemos en la TV, es que "es buena gente", y ahí vamos, como borregos, a votar por él, luego nos falla, como es de esperarse, puesto que prometió cosas que nunca dijo cómo las iba a hacer, y ahí estamos chillando y decimos con nostalgia y desilusión: "se veía buena gente", cosa que sólo comprobamos cuando lo vimos trabajar (o cuando vimos que no trabajaba).
Sí, puede ganar el PRI, pero eso depende, y casi siempre ha dependido, de nosotros, y es muy cierta esa frase que dice que "Cada pueblo merece el gobierno que tiene", mientras votemos por imágenes y no por propuestas, mientras no nos interese cómo van hacer para cumplir sus promesas, mientras no reflexionemos nuestro voto con lo que leemos en lugar de lo que vemos, puede ganar el PRI, pero no sería mucho peor o mucho mejor para el país, al país únicamente lo va a mejorar la ciudadanía, no los políticos.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

W Radical

Aunque en otro blog (http://radical97.blogspot.com/2007/08/w-radical-969.html) he hablado de W Radical explayándome en mis sentimientos, lo quiero hacer también aquí.

He visto la respuesta positiva que ha tenido dicho blog, y veo, con sorpresa, que a todos los que ahí hemos escrito, se nos despierta una tremenda nostalgia y un deseo subyacente de que vuelva esa estación y quizá hasta esos días, recordamos muchas cosas de ella, pero sobre todo, la emoción que sentimos al recordarla, y que plasmamos en los textos que hemos puesto; a mí en lo particular, me aydan a seguir sintiéndome vivo.
La música calma hasta al animal más fiero (que puede ser la suegra), dice el argot popular, y en el caso de W Radical, eso me sucedía. Desde que tenía 12 años de edad me ha gustado la música de antros (dizque) fresas, recuerdo que en la seundaria escuchaba Música Industrial, el Techno de aquellas épocas (1991 - 1992), posteriormente la música Dance (1995 - 2000), y cuando escuché Música Eletrónica, específicamente Trance y Progresive Trance, supe que había encontrado mi género y subgéneros favoritos. El haber tenido la oporunidad de escuchar a la en realidad efímera W Radical me abrió un horizonte musical nuevo, he buscado esa música como ninguna otra más, he preferido dejar de divertirme para comprarme discos originales, cancelaba compromisos como ir a comer con alguien o salir a pasear para poder seguir oyendo más y más música de W Radical, en fin, todo un devoto, lo confieso.
Cuando todo eso terminó, en el año 2001, me sentí tan mal, y como era una estación de radio propiedad de un emporio televisivo, pues no había ni a quién acudir, así que sólo podía esperar que siguieran programando mñusica electrónica. Lo hicieron, pero y no fue lo mismo, no sólo era la música, sino también los locutores, eran un binomio inseparable, si uno faltaba, el otro no tenía el mismo sentido, ya no hubo más esa mística, y siendo sinceros, Charo Fernández y Eduardo Videgaray, que entraron como cartas fuertes cuando se fueron Luis Gerardo Salas, Héctor Padilla, Madela Bada, Mariana Brown, Mariana H, El Muñecón y Gerardo Torth, pertenecen a una época anterior, con un público que hoy en día ha migrado a Mix 106.5, ellos son de cuando WFM era reina y señora, ochenteros básicamente, y en W Radical todo se fue al carajo, la volvieron a llamar WFM, dijero que era un renacer, pero "segundas partes nunca fueron buenas", y en menos de un año nuevamente Charo y Eduardo estaban fuera.
Decisiones corportivas, básicamente, acabaron con W Radical para infortunio de los radioescuchas, ese desconocido que lo único que hace es comprar productos que se anuncian en las estaciones, les importa el dinero, no las personas. A veces me dan ganas de convocar a una manifestación para pedir que regrese W Radical, pero sería predicar en el desierto, tal vez iríamos unos 5 y de todos modos no nos escucharían, Televisa perdió a Luis Gerardo Salas, a Carmen Aristegui (crimen imperdonable), a W Radical, y no piensa dar marcha atrás.
Si alguien tiene material de W Radical, no sean malos, compartan que nada les cuesta, si no, tendré que organizar un comando armado para tomar "prestodo" todo eso que Televisa Radio debe tener almacenado en sus instalaciones de Tlalpan 3000, Colonia Espartaco, México DF.

Aquí pueden bajar un programa para digitalizar casettes de audio: http://audacity.sourceforge.net/

Un tutorial para usarlo: (en formato PDF)
http://rededuca.wikispaces.com/file/view/TutorialAUDACITY.pdf

2 Tutoriales en video:





Ya no tienen pretexto.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Mi canción favorita





Esta es la versión más larga de mi canción favorita, "Scorchio", de DJ Sasha y Darren Emerson, publicada en noviembre de 2000.

Tema Diferente

Como nadie lee esto porque no tiene formatos moderno, ni sé cómo ponerlos, es decir, no sé cómo insertar video, fotos, y aún no tengo tiempo para aprender, pues seguiré en puro texto, escribiendo porque es para mí catártico y creo que no afecto a nadie, puesto que nadie sabe y nadie supo.

El tema del que quiero hablar es de la Señora Carmen Aristegui, ante quien me pongo de pie para aplaudirle.

Recuerdo que yo la escuchaba allá por el ya lejano (y para mi corazón cercanísimo) 1996, cuando aún vivía en la región del Istmo de Tehuantepec. En esos días batallaba con una grabadora Panasonic para sintonizar estaciones de radio de lugares tan lejanos como Xalapa, Veracruz, y fue ahí en una estación local que llevó sus ondas hertzianas hasta cerca de la costa del Pacífico Oaxaqueño que escuché por primera vez la voz de Carmen, estaba con Pedro Ferriz de Con en un noticiero que se llamaba "Para Empezar", que pertenecía a MVS Radio, cuya estación insignia era la entonces llamada Stereorey. No me llamaba mucho la atención en ese entonces escuchar noticias, y yo no distinguía entre Jacobo Zabludovsky y Abraham Zabludovsky más que por el físico, así que dejé de escuchar a Carmen, quien no tenía tanta trascendencia como ahora.

Fue hasta 1999-2000 que nuevamente volví a escuchar de ella, al saber que llegaba a Grupo Imagen esta vez en compañía de Javier Solórzano. Parece que tampoco brillaba mucho en ese entonces, sino que lo que tuvo fue mucha campaña publicitaria, y creo que a los pocos meses ella saliío para irse a Televisa Radio, que en ese entonces creo que aún se llamaba Radiópolis, pero estaba en proceso de "semicompra" por parte de PRISA, de España. Ahí empezó a hacer algo diferente, y apoyada básicamente por PRISA y no tanto por Televisa, sin embargo, fue hasta 2003-2004 que empezó a figurar en el panorama como un noticiero objetivo y que se salía de la línea que por siempre ha tenido Televisa de servilismo con el gobierno; y entonces parece ser que empezó la tirantez entre Carmen y ejecutivos de Televisa Radio. Fue en esos días, en 2005, que empecé a escuchar con mucha más atención , para ese entonces yo ya conocía mucho más de lo que es el mundo y lo que escuchaba con ella me gustaba, como a millones de personas, y sabía ya lo que quería escuchar en un noticiero y lo que no quería escuchar, y su noticiero era un punto de equilibrio entre distintas fuerzas de poder en México.

Era atípico escuchar en una estación de radio de Televisa críticas hacia gobernadores, hacia presidentes, llamadas telefónicas a lideres populares y hasta populacheros, y sobre todo, algo que en mi muy particular opinión, hace que le dé credibilidad a un comunicador: el no editorializar sobre diversos temas de acuerdo a la opinión particular del mismo; por años he escuchado Formato 21, pero no me gusta que todos sus locutores dejan ver sin lugar a dudas hacia dónde está la línea de Grupo Radio Centro: hacia la derecha. No tengo nada contra la derecha ni contra la izquierda (bueno sí, pero ese no es el punto aquí), sin embargo, cai nadie le es fiel al principio de neutralidad que debe privar en un noticiero, mientras que Carmen Aristegui lo mantenía hasta donde podía, no daba opiniones personales, entrevistaba a ambas partes en un conflicto independientemente de la naturaleza de éste, y permitía que los radioescuchas nos formáramos nuestra propia opinión sobre cualquier tema, es decir, nos trataba como lo que somos los seres humanos: seres pensantes capaces de razonar, analizar, criticar y proponer por nuestra propia cuenta, nos hacía ver que no necesitamos líderes del tipo que sea para que nos diga qué pensar, en qué creer y en qué no creer. Pero todo lo bueno dura poco.

En octubre de 2007 salió del aire su noticiero para el canal de televisión digital de paga Sky y filial de W Radio, los cambios de programación, la sustitución y eliminación de canales completos es una práctica frecuente en este tipo de servicios por lo menos aquí en México, y a nadie se nos hizo raro que eso pasara. Lo raro vino después, cuando Carmen dijo al aire que llevaban varios días sin estar en Televisión debido a problemas técnicos, lo cual nos hizo sospechar a muchos acerca de las razones, puesto que, si Televisa lleva añísimos trabajando en los medios de comunicación, ellos mejor que nadie saben que salir del aire implica pérdidas millonarias, por lo que pueden resolver esos problemas en pocos minutos. Finalmente, su noticiero jamás volvió a estar en TV, y poco después ella sale definitivamente de Televisa Radio exponiendo al aire una "incompatibilidad editorial", aunque quienes conocemos Televisa ya sabemos lo que eso significa: que no siguió la línea establecida por el dueño y los altos ejecutivos. Después, la revista Proceso de Julio Scherer publicó un reportaje sobre el tema en el que se mencionó que el permio que ella obtuvo ese año por su labor periodística lo daba en realidad PRISA, y especula que fue tal vez un intento de "blindarla" para que Televisa no se atreviera a tocarla. Yo estoy de acuerdo con esa versión, pero aquí seguimos estando en México y eso de poco le sirvió, ya que Carmen salió de todos modos. Días después, sale de Televisa Radio otro periodista insignia: Carlos Loret de Mola, quien en su "discurso de despedida" reconoció que entró a Televisa Radio por Carmen Aristegui, a quien le dedicó una palabras, y eso hace sospechar que él salió porque ella salió; por si fuera poco, a los pocos días también salió como la mitad de los que participaban en un programa humorístico de crítica política llamado "El Weso", con lo cual terminó de fregarse la cosa, y Televisa volvió a lo mismo de siempre: servilismo político para obtener buenos negocios, pero esa es una manera muy fácil y rápida de progresar aquí en México y ni modo.

Hoy me entero a través de la columna que tiene Katia D´Artigues en el periódico "El Universal" que Crmen Aristegui está en negociaciones para volver al aire, esta vez para MVS, una empresa que se ha caracterizado por ser más bien por ser de una postura entre centro y derecha, por lo que si bien me da gusto porque realmente necesitamos escuchar un noticiero que nos haga pensar, no sé qué tanta libertad tenga Carmen para pasar al aire los resultados de su labor, aunque muy probablemente la censura esté a todo lo que da (y da mucho) y tal vez no podamos ver un trabajo digno de ella, y no por ella, sino por los hilos que finalmente mueve el poder aquí en México. Ojalá se nos haga, y podamos escucharla nuevamente, no hay nada que desee más para los noticieros que tenemos en la capital del país.